Juan García Hortelano, Crónicas, invenciones, paseatas. Debolsillo, Barcelona, noviembre, 2009 [Edición al cuidado de Lluís Izquierdo y Manolo Martín Soriano] ISBN: 978-84-9908-092-5

El ensayo de Juan García Hortelano; una lúcida mirada de lo cotidiano

Resulta muy agradable leer a García Hortelano (1928-1992). Todavía hoy las páginas de este libro desprenden humor, sensatez, buen juicio, gusto refinado y algunos toques de genialidad. Esta nueva y última recopilación de ensayos, artículos y crónicas madrileñas o de los entresijos de España –entre los años sesenta y noventa-  no podría tener mejor título de presentación: Crónicas, invenciones, paseatas.  La primera invención viene junto la palabra “paseata” que bien podría referirse a “paseo” o “paseos” tan recomendados por las calles de la ciudad de Madrid, o, “caminatas”,  pero –claro- estas indicarían también algo de esfuerzo que en nuestro caso no es ciertamente obligado. “Paseatas” por aquí o hacia allá, algo errantes, o, quizás, también divagaciones, “discursiones” o divertimentos en los que uno se encamina por placer o puro entretenimiento. La lectura de estos textos –bien acotados, recogidos, cuidados y editados- nos invita a seguir queriendo saber de esto y lo otro, sin caer nunca en lo anecdótico, al contrario, afinando el sentido crítico y disfrutando a su vez de la prosa de García Hortelano: bien cuidada (en su uso), sintaxis y claridad de su contenido. El libro también nos deja “entre-ver” algunas de las preferencias literarias del autor; nos presenta gentilmente algunos de sus compañeros  de andanzas –ahora todos recogidos como miembros de una misma generación literaria o realidad política y social de un país en transición o en tránsito hacia algo nuevo y tan esperadamente distinto-.  En apenas quinientas páginas de invención, suerte y fortuna, Juan García Hortelano nos presenta 115 variados textos de gran calado e interés. Son artículos de los años setenta y felices ochenta, pero también hay otros más cercanos: los de sus últimos años de vida, ya en los noventa. “Paseatas”: (sensatas) miradas y comentarios, acerca de la obra de Juan Carlos Onetti, Eduardo Mendoza, Carlos Barral, José María Guelbenzu, Juan Benet y demás. De entre todos estos muy afortunados artículos destacaría de inmediato –según mi juicio pero también (mi) preferencia- algunos que por su “acierto y toque” rozan, o claramente muestran la enorme habilidad de este gran escritor.  Así pues, vengan, acudan y lean: “Españoles de ida y vuelta” (págs. 96-99): buena forma de presentar la España franquista, gris y solitaria del interior, bajo la férrea y mísera censura, frente aquellos (escritores) españoles que se iban, venían y se iban de nuevo, o simplemente vivían en el extranjero, algo más libres pero también algo más lejos.  De gran acierto y equilibrio -esta vez publicado en enero de 1986 en la revista del Ayuntamiento Madrid - resulta el texto dedicado al parque del Retiro de Madrid. “¿A quién no le hubiera haber escrito es articulillo con la nostalgia de las caminatas por sus incontables senderos?” Siendo uno de Madrid, el final del mismo no podría ser otro ni de otra manera. Para mencionar rápidamente otro de los ensayos incluidos en el libro, echen un vistazo al titulado: “Narrativa española y el problema de la escritura” (págs.222-226). O, por qué no, lean así mismo “Una benetiana” que recorre serenamente toda una amistad, largo encuentro y reconocimiento mutuo entre Juan García Hortelano y Juan Benet. Para terminar –en mi opinión- esta recopilación es toda una suerte de acierto literario como el buen arte y el buen vino.  Una última  recomendación, lean y disfruten. Por supuesto, no se olviden tampoco de Tormenta de verano (1961), El gran momento de Mary Tribune  (1972), Gramática parda (1982) y la recopilación de los Cuentos completos de Juan García Hortelano en Alfaguara, 1997.

Pablo Pintado-Casas

Kean University, New Jersey